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California no está viendo brotes de COVID-19 como Nueva York y Florida. ¿Podemos continuar así?

A vaccine clinic in South Los Angeles.
Las personas hacen fila para vacunarse en el Centro de Salud Comunitario Kedren, en el sur de Los Ángeles, el lunes.
(Christina House / Los Angeles Times)

A pesar del aumento de las tasas de casos de coronavirus en otras partes del país, California continúa viendo una tendencia a la baja en sus cifras.

Al menos por ahora.

A pesar de que las estadísticas del estado siguen siendo comparativamente positivas, los funcionarios instan a la precaución, diciendo que California no puede darse el lujo de que su progreso se revierta tan pronto después de salir de su propio y terrible aumento de otoño e invierno.

La directora de Salud Pública de Los Ángeles, Bárbara Ferrer, comentó que la gran cantidad de casos en otros lugares debería ser de particular preocupación porque lo que suceda en otras partes del país probablemente tendrá consecuencias para California.

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Y con gran parte del estado reabriendo aún más negocios y otras actividades inactivas durante mucho tiempo, lo que está en juego sigue siendo alto y el peligro de una mayor transmisión sigue siendo real.

Tendencias de California

Durante la última semana, el estado registró un promedio de 2.766 nuevos casos de coronavirus por día, una disminución del 35% con respecto a hace dos semanas, según muestran los datos compilados por el Times.

En toda la entidad, 2.586 pacientes de COVID-19 fueron hospitalizados el lunes; 635 estaban en cuidados intensivos. Ambas cifras han vuelto a niveles no vistos desde el comienzo del último aumento repentino de California.

El número de muertes por coronavirus recientemente reportadas también continúa disminuyendo, pero aún no ha bajado a los niveles previos a la última ola. Un promedio de 183 californianos falleció a causa de la enfermedad todos los días durante la última semana, y la cantidad total de decesos en el estado superó los 57.200.

Hasta el martes, la tasa de casos de siete días de California por cada 100.000 personas se encontraba entre las más bajas del país, con 46.8, según los CDC. Las únicas entidades con mejores tasas fueron Arizona, con 46.1; Oregón, con 45.5; y Hawái, con 37.

Los índices de casos durante el mismo período fueron de 319.2 en Nueva Jersey, 311.1 en la ciudad de Nueva York, 222.1 en el resto del estado de Nueva York, 162.8 en Pensilvania, 143.9 en Florida y 91.6 en Texas.

La tasa de casos más reciente a nivel nacional fue de 116.1.

Pero el hecho de que California presente estas cifras no significa que sea hora de celebrar, advirtió Ferrer.

“El año pasado indica que a menudo la Costa Este experimenta aumentos en los casos antes que la Costa Oeste y que, por lo general, Los Ángeles está unas semanas detrás de Nueva York”, señaló el martes a la Junta de Supervisores del condado. “Si bien las condiciones definitivamente han cambiado, particularmente porque hemos vacunado a millones de personas durante los últimos tres meses, todavía no tenemos suficiente protección en todo el condado para prevenir más transmisión si no somos extraordinariamente cuidadosos en las próximas semanas”.

Advertencias nacionales

Los funcionarios de California y el país enfatizan que los residentes deben mantener su vigilancia para evitar otra ola. Eso es especialmente cierto a medida que más áreas eliminan las restricciones relacionadas con la pandemia, un proceso delicado que los expertos advierten que puede salir mal fácilmente.

La Dra. Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos dijo el lunes que “la relajación continua de las medidas de prevención, mientras los casos aún son altos y las variantes preocupantes se están extendiendo rápidamente por todo Estados Unidos, es una seria amenaza para el progreso que hemos hecho como país”.

“Créame, lo entiendo”, comentó durante una sesión informativa. “Todos queremos volver a nuestras actividades cotidianas y pasar tiempo con nuestra familia, amigos y seres queridos, pero debemos encontrar la fortaleza para aguantar un poco más. Estamos en un punto crítico de esta pandemia, una bifurcación en el camino donde nosotros como país debemos decidir qué dirección vamos a tomar. Tenemos que actuar ahora. Y me preocupa que, si no optamos por las medidas correctas ahora, tendremos otro incremento evitable, tal como lo estamos viendo en Europa en este momento y justo cuando estamos ampliando la vacunación de manera tan agresiva”.

Ferrer estuvo de acuerdo.

“Todos están agotados por esta pandemia y las restricciones, pero no queremos hacer nada que facilite que las tasas de transmisión de nuestra comunidad vuelvan a subir”, señaló. “No solo es un desastre general, porque entonces tenemos más transmisión comunitaria y eso se traduce en más brotes en lugares recientemente reabiertos, como escuelas, sino que también lo es porque permite que una variante tenga muchas más oportunidades de que se convierta en dominante”.

La carrera de la vacuna

En muchos sentidos, la pandemia de COVID-19 se ha transformado en una carrera contra el tiempo, con los funcionarios de salud presionando para vacunar a la mayor cantidad de personas posible en la menor cantidad de tiempo.

California espera recibir aproximadamente 1.8 millones de dosis esta semana, un poco más que la asignación pasada, según el gobernador Gavin Newsom.

Pero los envíos semanales de ese tamaño no son suficientes para mantenerse al día con el ritmo de inoculación del estado.

Durante los últimos siete días, los proveedores de toda la entidad han administrado un promedio de 378.115 inyecciones diariamente, según muestran los datos del Times.

En general, más de 15.1 millones de dosis de vacuna, aproximadamente el 78% del suministro que se ha entregado a los departamentos de salud pública y proveedores médicos locales, se han aplicado en todo el estado, de acuerdo al Departamento de Salud Pública de California.

Y muchos funcionarios están adoptando un tono optimista de que la distribución del antígeno puede ampliarse significativamente en un futuro próximo.

A principios de este mes, el presidente Biden comunicó que las restricciones sobre quién podría hacer una cita para la vacuna contra COVID-19 se eliminarían en todo el país para el 1 de mayo, cuando se espera que el suministro sea suficiente para satisfacer la demanda.

Y Newsom dijo el viernes que los funcionarios estatales anticiparon poder administrar las inoculaciones a todos “dentro de cinco semanas y media, porque la oferta aumentará exponencialmente”.

Un factor clave para ampliar el acceso será la disponibilidad de la vacuna Johnson & Johnson que, a diferencia de las otras fabricadas por Moderna y Pfizer-BioNTech, solo requiere una sola inyección.

Sin embargo, los envíos de ese antígeno se han visto obstaculizados por problemas de producción. Los Ángeles, por ejemplo, anticipa recibir solo alrededor de 6.000 dosis de Johnson & Johnson esta semana.

Si bien los funcionarios confían en que hay un mayor flujo de suministro en el horizonte, indicaron que las siguientes semanas serán críticas para finalmente vencer al COVID-19.

Durante la próxima temporada de vacaciones de primavera, “todos tendremos que evitar grandes reuniones, multitudes y viajes no esenciales”, indicó Ferrer. “Estas acciones han tenido consecuencias desastrosas para nuestra comunidad en el pasado. Nuestro objetivo compartido es mantenernos vivos unos a otros para permitir que todos se vacunen y tengan una capa adicional de protección”.

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