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¿Volará en estas fiestas? Algunos consejos para reducir el riesgo de exposición al Ómicron

Masked travelers waiting in line at LAX.
Los viajeros esperan en una fila para registrarse en la Terminal Internacional Tom Bradley, en LAX.
(Genaro Molina / Los Angeles Times)

Si va a viajar en avión estas fiestas, aquí le damos algunos consejos para reducir al máximo el riesgo de COVID-19 en el aeropuerto y en sus vuelos.

El Aeropuerto Internacional de Los Ángeles espera que 3.5 millones de personas pasen por sus puertas en esta temporada navideña, con hasta 200.000 individuos al día en las fechas pico de viaje.

Y sin comprobantes de vacunación o pruebas para las travesías aéreas nacionales en Estados Unidos, es probable que la variante Ómicron también acumule millas de viajero frecuente.

Antes de que las vacunas estuvieran disponibles, la guía para volar era generalmente “no lo haga, a menos que sea absolutamente necesario”. Con las dosis ahora ampliamente accesibles para personas de cinco años en adelante, eso ha cambiado. El doctor Anthony Fauci, asesor médico en jefe del presidente Biden, le dijo a NBC que sus hijos abordarán vuelos en un futuro cercano.

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Pero no todo el mundo está haciendo las maletas todavía. Con la variante Ómicron preparada para azotar Los Ángeles y otros centros urbanos, muchos podrían estar reflexionando sobre la necesidad de cancelar sus planes por completo. La triste verdad es que no hay forma de eliminar el riesgo de contraer COVID-19 cuando se ingresa a un espacio interior lleno de gente, como un aeropuerto. Sin embargo; hay formas de reducirlo.

Si va a volar esta semana, aquí le explicamos cómo hacerlo de la manera más segura posible.

Antes del viaje

La mejor forma, y la más eficaz, de protegerse es vacunarse por completo, incluida una dosis de refuerzo.

“De hecho, creo que sería loco e inmoral volar si no está vacunado”, expuso Paula Cannon, profesora de virología en la Facultad de Medicina Keck de USC. “Idealmente con el refuerzo, pero como mínimo, vacunado”.

Incluso si se aplica el refuerzo solo un par de días antes de su vuelo, tendrá cierto grado de protección adicional. “Cualquier cosa es mejor que nada”, añadió Cannon.

Si puede hacerse una prueba de COVID-19 antes de viajar, debería hacerlo. Ómicron parece causar síntomas más leves que las variantes anteriores del coronavirus, particularmente en personas completamente vacunadas. Es decir que alguien podría tener la enfermedad, y no saberlo (parece una obviedad decirlo, pero por las dudas: si su prueba da positivo, no debe viajar, incluso si se siente totalmente bien).

LAX actualmente ofrece pruebas rápidas de antígenos y PCR (molecular) en el lugar, pero no son baratas: 125 dólares cada una con hisopo nasal con resultados de tres a cinco horas, otras se entregan en una hora por 199 dólares, y de antígenos, de una hora, en la Terminal Internacional Tom Bradley, por 80 dólares. Los test deben reservarse en línea con anticipación. Alternativamente, puede encontrar un sitio de análisis clínicos rápidos en línea o consultar en su farmacia local o grandes tiendas minoristas, y ver si tienen en existencia. Por lo general, las de PCR se consideran más precisas para detectar infecciones en personas asintomáticas.

Al igual que con todas las medidas, las pruebas crean otra capa de protección para usted y sus seres queridos. Hablando de capas: Mejore su juego de cubrebocas. En este punto, sabemos que los de tela de una sola capa no ofrecen la misma protección que las KN-95s y N95s. Adquiera de esos tipos para usar durante su viaje y asegúrese de usarlos correctamente. También hay evidencia de que los anteojos, las gafas protectoras o los protectores faciales brindan protección adicional, aunque no sabemos cuánto. Si puede usar lentes o llevar un protector facial, hágalo.

En el aeropuerto

Al comienzo de la pandemia, la pauta era mantener una distancia de seis pies con relación a otras personas. Con la elevada transmisibilidad de Ómicron, es posible que eso no sea suficiente. En un aeropuerto, con multitudes de vacaciones, incluso conseguir uno o dos pies de espacio personal en la línea de seguridad o de embarque puede ser difícil. Una vez más, se trata de hacer todo lo necesario y aceptar que habrá algún riesgo.

“En lugar de tener [seis pies de distancia] como una regla estricta y rápida, téngala como situación ideal”, destacó Cannon. “Si hay mucha gente en la fila del café, me apartaría; no me ubicaría encima de alguien. Pero si estoy en la pasarela, no voy a enloquecer y pedir que todos se alejen de mí. Hay que aceptar el riesgo que conlleva ingresar a un sitio colmado de gente”.

Si puede sentarse en un área menos concurrida mientras espera su vuelo, hágalo. Si puede ser la última persona en abordar, para evitar abarrotarse en la pasarela sin ventilación, hágalo.

En vuelo

Las aerolíneas permiten que las personas se quiten las mascarillas mientras comen y beben. Usted corre mayor riesgo cuando quienes lo rodean están desenmascarados, por lo cual, si desea disfrutar de una bebida o un refrigerio en el vuelo, espere hasta que los pasajeros que están en los asientos contiguos terminen de hacerlo. Si es posible, evite ingerir alimentos y líquidos por completo. Si es absolutamente necesario tomar un sorbo de algo, coloque un sorbete debajo de la mascarilla KN95 o N95.
El aire del avión circula a través de un potente filtro de ventilación de partículas de alta eficiencia. La corriente más limpia sale por la boquilla que está encima de usted. Cannon recomienda apuntarla directamente hacia usted y ponerla a tope durante el vuelo, creando un cono de viento recién filtrado que mantendrá alejados los gérmenes de su compañero de asiento (en caso de que haya pasado un tiempo desde su último vuelo: ese soplo sale frío. Tenga a la mano una chamarra).

Un estudio del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) revela que un terremoto de gran magnitud en California puede dejar fuera de servicio muchos servicios de comunicación, incluidos los teléfonos móviles, durante días o semanas.

Una medida de protección que no tiene que tomar: desinfectar la mesa de la bandeja o los brazos del asiento. Lavarse las manos con tanta frecuencia como sea posible y evitar tocarse la cara es buen sentido común de salud pública, especialmente en invierno, pero es poco probable contagiarse COVID-19 por tocar los botones del respaldo del asiento, comentó Cannon. “Cada vez está más claro que la forma dominante en que se transmite este virus es [cuando] se respira”, dijo.

Al aterrizar

Planee testearse nuevamente. Cannon reconoció que, si viajara, se haría una prueba apenas aterrizar, y luego otra, uno o dos días después. Si va a recibir a familiares u otros invitados esta temporada navideña, tenga una prueba en casa lista junto con una taza de chocolate caliente cuando lleguen.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan que los viajeros no vacunados se mantengan aislados de siete a 10 días después de regresar, pero actualmente no sugieren ningún tipo de reclusión posterior al viaje para las personas inoculados.

En el Reino Unido, los viajeros con las dosis completas deben someterse a una prueba de PCR dentro de los dos días posteriores a su llegada y aislarse hasta que obtengan un resultado negativo, lo cual no es obligatorio en EE.UU, pero es una pauta coherente que debe tener en cuenta si le gustaría ser todavía más cauteloso para no infectar a sus familiares.

Todo esto es mucho; ¿debería cancelar mis planes?

Después de un año duro, inmediatamente vino otro igual. Los expertos comprenden la importancia de ver a la familia y celebrar las fiestas, especialmente después de que muchos de nosotros pasamos las últimas solos. A la vez, la variante Ómicron parece cada día más aterradora.

Cuando le pregunté a Cannon si estaba disponible para hablar en este artículo, respondió que sí, porque acababa de cancelar sus planes para visitar a su familia en Londres. Comentó que durante el fin de semana, al menos media docena de personas la habían llamado para preguntarle si debían hacer lo mismo. Su consejo fue el siguiente: no es posible tener cero riesgo de COVID-19 si está de viaje. Si algún nivel de peligro hará que sus vacaciones sean una pesadilla estresante, no vaya.

“Si va a estar muy ansioso y no disfrutará de la Navidad, creo que esa es en realidad una razón muy válida para cancelar su viaje y decir: ‘Nadie vio venir a Ómicron, es un pésimo momento’. Esta ola pasará. Y nos visitaremos en la primavera, cuando terminemos con esto”.

Si decide ceñirse a tus planes, hágase algunas pruebas y lleve unas buenas mascarillas, coma antes de salir del aeropuerto y trate de mantener la mayor cantidad de burbujas personales posible. Por el contrario, si necesita el permiso de alguien para cancelar la Navidad en casa de la abuela, aquí está, ya lo tiene.

Para leer esta nota en inglés, haga clic aquí.

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