En la victoria sobre los Cardinals, Matthew Stafford recuerda a todos por qué los Rams canjearon por él
Matthew Stafford eliminó las dudas sobre su capacidad para ganar partidos importantes con una brillante actuación en la victoria de los Rams por 30-23 sobre los Cardinals de Arizona.
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GLENDALE, Ariz. — Esta es la razón por la que los Rams canejaron por Matthew Stafford.
El mariscal de campo dejó muy claro su valor el lunes por la noche, con su equipo sin cuatro titulares debido a pruebas positivas de COVID.
Stafford, en el crisol del State Farm Stadium, frente a los ardientes Cardinals de Arizona, ofreció una brillante actuación en un partido que fácilmente podría haber sido una abultada derrota.
En su victoria por 30-23, un triunfo emblemático para la franquicia, los Rams destruyeron varios mitos.
Como ese de que la plantilla está demasiado cargada de jugadores de alto nivel o que el equipo carece de profundidad. Este fue un triunfo de los suplentes: Sony Michel, Joe Noteboom, Kendall Blanton, Brycen Hopkins, Marquise Copeland, David Long...
¿Y en cuanto a la incapacidad de Stafford para ganar un gran partido? Otro mito destruido.
Logró un pase de touchdown a Cooper Kupp a través de un agujero del tamaño de una guarida de ratón, y más tarde entregó a Kupp un pase por encima del hombro que parecía haber sido arrojado por un avión no tripulado.
A pesar de no contar con el tackle derecho titular Rob Havenstein y el ala cerrada Tyler Higbee, un componente esencial para el juego de pases, Stafford entregó pases con precisión quirúrgica a Odell Beckham Jr., lo que no dejó lugar a dudas de que el receptor estrella está lo suficientemente al día.
Una semana después de que Michel corriera para 121 yardas contra los Jaguars de Jacksonville, corrió 79 contra los Cardinals, ayudando a mantener a la ofensiva de Arizona fuera del campo y perfeccionando el juego de pases de Stafford.
“Cuidó el balón y tomó riesgos calculados”, dijo el mariscal de campo retirado Drew Stanton, quien respaldó a Stafford con los Lions de Detroit. “Qué diferencia hizo el juego de carrera esta vez. Él y [el entrenador de los Rams, Sean] McVay están aprendiendo a jugar con los puntos fuertes de cada uno dentro del marco del sistema. Parecían pulidos y estuvieron bien aceitados toda la noche”.
Esas tres derrotas consecutivas de los Rams, esos tres partidos seguidos en los que los defensores quemaron a Stafford con “pick-sixes”, son un recuerdo lejano.
En este nuevo amanecer de diciembre -que abarca las victorias sobre Jacksonville y Arizona-, Stafford ha completado el 72% de sus pases (49 de 68) para 582 yardas y seis touchdowns, sin intercepciones.
Al llegar al partido del lunes, los Rams no habían vencido a un equipo con récord ganador desde que eliminaron a Tampa Bay en la Semana 3. Tenían 7-1 contra equipos con registros perdedores.
Así que había todo tipo de preguntas sobre si eran un contendiente legítimo o simplemente una fachada bidimensional armada al estilo Hollywood, un club cargado de jugadores conocidos que estarían viendo en enero el Super Bowl desde el sofá.
Por supuesto, el lunes fue solo una victoria. Los Rams necesitan seguir la racha con una buena actuación contra los Seahawks de Seattle en una semana corta, y eso ciertamente no está garantizado.
La semana después de que los Rams vencieran a los Buccaneers, actuales campeones del Super Bowl, por ejemplo, Los Ángeles fue humillado en casa por los Cardinals.
Pero la revancha fue una redención. Los Rams parecían estar fuera de combate antes del inicio del partido, ya que habían perdido al esquinero All-Pro Jalen Ramsey por una prueba positiva horas antes del partido. Según ESPN, estaba en un jet privado volando de vuelta a L.A. incluso antes de que sus compañeros de equipo salieran al campo.
Sin embargo, el frente defensivo de los Rams dio un paso al frente, acosando al mariscal de campo de los Cardinals, Kyler Murray, y sacudiendo repetidamente los pases de su talentosa colección de receptores. Ahora, los Cardinals hicieron su parte de jugadas, pero no lograron atravesar la defensa como muchos pensaron que lo harían.
Los Rams interceptaron dos veces pases de Murray, y otras dos veces los Cardinals entregaron el balón en downs.
La idea que se tenía de este partido era que a los Cardinals (10-2) se les había negado el respeto que tanto merecían. Puede que sea así, ya que siguen luchando por mover la aguja en la escena nacional. Pero la verdadera historia es la forma en que los Rams convirtieron un desastre inminente en una de las victorias más impresionantes de la era McVay.
No se sabe cómo responderán los Rams a este éxito. Un título de división sigue estando al alcance de la mano y está claro que pueden jugar con cualquiera, y nadie se deleitará en enfrentarlos.
El número 9 de Stafford levantó a su equipo para ganar el número 9. Es innegable que se alegra de jugar con los Rams.
También es obvio que el sentimiento es mutuo.
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