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Pajáros toman vuelo ante el cambio climático

El cambio climático está amenazando los hábitats y la existencia de cientos de especies de aves en Norteamérica, incluyendo la codorniz californiana.

Las aves como grupo son particularmente sensibles al cambio climático y se sabe que se adaptan a las amenazas del habitat cambiando sus ubicaciones. Pero el cambio climático está ocurriendo más rápido que en cualquier otro momento de la historia evolutiva, y gran parte del territorio de los Estados Unidos está desarrollado un ambiente que no es hospitalario para la vida silvestre.

Investigadores de la Sociedad Nacional Audobon encontraron que la mayoría de las especies de aves se enfrentan a múltiples amenazas climáticas.

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· La codorniz californiana se ve amenazada por los incendios y el calor extremo durante la primavera.

· A lo largo del año, las aves estatales de 19 estados enfrentan tres amenazas climáticas simultáneas, y en otros 22 estados, las aves estatales se enfrentan a dos amenazas climáticas.

Se proyecta que el Willow Ptramigan de Alaska y el Ruffed Grouse de Pensilvania perderán gran parte de su área de distribución, lo que significa que están cambiando dónde normalmente se reproducen y encuentran habitat. Bajo un escenario de calentamiento de 3.0 C tendrán dificultades para sobrevivir en los estados que ahora representan.

Las olas de calor pueden afectar directamente a las aves, matando polluelos y causando estrés por calor a las aves adultas. Pero también pueden afectar la reproducción, el tiempo de apareo y los patrones de migración.

Del mismo modo, las sequías pueden conducir a menores tasas de reproducción y supervivencia. Las fuertes lluvias pueden desalojar nidos e inundaciones, matar polluelos o dejarlos vulnerables a los depredadores.

Es probable que el aumento del nivel del mar inunde los sitios que las aves que anidan en la costa utilizan para reproducirse y puede afectar negativamente a los humedales y pantanos que actúan como viveros para aves vadeantes y aves acuáticas.

Y aunque cualquiera de estas amenazas puede independientemente afectar a la población de aves, su influencia combinada podría alterar drásticamente las poblaciones y la biodiversidad del ecosistema.

Las especies que dependen de fuentes de alimentos o habitats más específicos se enfrentan a las mayores amenazas. Por ejemplo, las aves que prosperan en los bosques boreales se encuentran entre las más vulnerables, ya que estos ecosistemas se afectan negativamente por temperaturas cálidas.

Tal vez no es sorprendente saber que les ha ido mejor a aves con dietas más flexibles y que se han adaptado mejor a la urbanización. Muchas de estas aves ya visitan nuestros patios y barrios urbanos.

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