Biden dice que Estados Unidos tendrá vacunas más rápido; prioriza a los docentes
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WASHINGTON — El presidente Biden dijo que Estados Unidos tendría suficientes vacunas contra COVID-19 para fines de mayo para inocular a todos los adultos estadounidenses, dos meses antes de lo esperado.
El anuncio se produjo cuando los funcionarios de la administración advirtieron que la disminución de los casos de coronavirus parece estar estancada, preparando un terreno para que la mayoría de los estadounidenses se vacunen contra la enfermedad mortal, mientras continúa golpeando a las comunidades de todo el país.
“Hay luz al final del túnel”, señaló Biden en la Casa Blanca, dos días después de que los reguladores federales aprobaran una tercera vacuna. “Pero no podemos bajar la guardia o asumir que la victoria es inevitable”.
Sin embargo, algunos estados están haciendo precisamente eso, subrayando el desafío para la administración. Antes de que Biden hablara, el gobernador de Texas, el segundo estado más grande del país después de California, anunció que cancelaría las restricciones contra el coronavirus. Mississippi hizo lo mismo.
Aunque Biden ha dicho anteriormente que no se requieren vacunas para abrir escuelas, enfatizó que el aumento del suministro del antígeno las ayudaría a reabrir más rápido, al permitir que los estados prioricen la inoculación de docentes y demás personal. Sostuvo que todo el personal educativo, así como los trabajadores de cuidado infantil, deberían recibir al menos una inyección antes de fin de mes.
“Este es un imperativo nacional, que hagamos que nuestros niños regresen al aula de manera segura y lo antes posible”, indicó.
El calendario de vacunación más rápido es en parte el resultado de un nuevo acuerdo entre Johnson & Johnson, cuyo antígeno fue autorizado para inoculaciones durante el fin de semana, y Merck, que también producirá esa vacuna en una asociación inusual entre los dos competidores farmacéuticos.
“Este es el tipo de colaboración entre empresas que vimos durante la Segunda Guerra Mundial”, comentó Biden, quien comúnmente ha comparado la lucha contra la pandemia con un esfuerzo en tiempos de guerra.
Biden dijo que las plantas de fabricación de Johnson & Johnson operarían las 24 horas del día y que invocaría la Ley de Producción de Defensa para garantizar que Merck pudiera modernizar sus instalaciones para producir la vacuna. Elogió a ambas empresas por ser “buenos ciudadanos corporativos”.
El aumento del suministro de vacunas está proporcionando un impulso político para Biden, así como recursos para abordar los desafíos de salud pública. Ha estado enfrentando críticas de los republicanos por no presionar más para reabrir las escuelas, pero algunos sindicatos de profesores se han resistido a las demandas de regresar a las aulas, debido a preocupaciones de seguridad.
Biden dijo que los docentes, el personal escolar y los trabajadores de cuidado infantil podrán comenzar a registrarse para recibir el antígeno en las farmacias a partir de la próxima semana. “Tratemos el aprendizaje en persona como el servicio esencial que es”, señaló.
Randi Weingarten, presidente de la Federación Estadounidense de Docentes, dio la bienvenida al anuncio. “Qué tremendo alivio tener un presidente que está afrontando este momento de crisis”, expresó. “Las vacunas son un ingrediente clave para reabrir las escuelas de manera segura”.
California ya ha dado prioridad a los maestros para ser inoculados, y el gobernador Gavin Newsom se comprometió a poner a su disposición al menos 75.000 dosis por semana a partir de este mes.
La noticia llega cuando los estadounidenses ya comenzaban a sentirse considerablemente más optimistas sobre las posibilidades de poner fin a la pandemia. La firma republicana de encuestas y estrategia política, Echelon Insights, encontró que la proporción de estadounidenses que piensan que “lo peor está por venir” había caído del 48% en enero al 28% en su encuesta más reciente. La proporción que comentó que “lo peor ya pasó” había aumentado al 36%, desde el 26% de enero.
La cantidad de estadounidenses que dicen que tienen la intención de vacunarse ha aumentado en varias encuestas recientes, especialmente entre los afrodescendientes, quienes se han resistido más.
Alrededor de un tercio de los republicanos, sin embargo, continúan diciendo que probablemente o definitivamente no se vacunarán, lo que refleja la politización de la pandemia bajo el ex presidente Trump.
La producción acelerada de vacunas también podría permitir que Estados Unidos comience a exportar suministros antes de lo esperado, algo que se comprometió a hacer una vez que haya suficientes para todos sus ciudadanos.
Los líderes internacionales y las organizaciones de salud pública han criticado a las naciones ricas por acumular dosis, mientras las naciones pobres luchan por obtener vacunas.
El aumento de las inoculaciones globales ayudaría a limitar la aparición de variantes de COVID-19, que son más fácilmente transmisibles y menos sensibles a las vacunas.
El antígeno de Johnson & Johnson es un candidato prometedor para la distribución mundial porque requiere solo una dosis y no necesita almacenarse a temperaturas extremadamente frías o en congeladores, como las versiones creadas por Pfizer y Moderna.
El acuerdo entre Merck y Johnson & Johnson no es la primera asociación entre compañías farmacéuticas durante la pandemia, pero es más compleja. La mayoría de las colaboraciones involucran solo lo que se llama la parte de “llenado-acabado” del proceso, donde las vacunas se empaquetan para su distribución. Merck producirá las vacunas.
Prashant Yadav, investigador principal del Centro para el Desarrollo Global que se enfoca en las cadenas de suministro de atención médica, señaló que eso es inusual, dada la información científica sensible que debe compartirse.
“Cualquiera en esta industria diría que no es imposible, pero por lo general es algo que consideraríamos sin precedentes”, agregó.
John Grabenstein, ex director ejecutivo de asuntos médicos para vacunas en Merck, comentó que preparar las instalaciones de la compañía para producir más dosis es un proceso complicado.
“No es como, ‘¿Puedo tomar prestado tu auto?’ o ‘¿Puedo tomar prestado tu horno para la venta de pasteles?’”, dijo en una entrevista. “Se trata de actividades sumamente sofisticadas y complejas”.
Por ejemplo, el equipo de producción de Merck deberá limpiarse e inspeccionarse a fondo antes de que se pueda formular la vacuna de Johnson & Johnson.
Biden advirtió al país que “esta lucha está lejos de terminar” e instó a los estadounidenses a seguir las pautas sobre el uso de mascarilla y el distanciamiento social. Sus comentarios se produjeron poco después de que el gobernador de Texas, Greg Abbott, anunciara que suprimiría el mandato de su estado sobre el uso de cubrebocas y permitiría que las empresas y restaurantes volvieran a su capacidad máxima.
“Texas ahora tiene las herramientas para proteger a sus ciudadanos del virus”, dijo Abbott. “Ahora debemos hacer más para restaurar los modos de vida y la normalidad de los texanos abriendo el estado al 100%”.
La decisión fue contraria a una advertencia reciente de Rochelle Walensky, directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, de que la disminución a nivel nacional en el número de casos de COVID-19 parecía estar estancada. El país ha tenido un promedio de 50.000 personas hospitalizadas y casi 2.000 muertes diarias en la última semana.
“En este nivel de casos, con la expansión de las variantes, podemos perder por completo el terreno ganado con tanto esfuerzo”, señaló Walensky. “Estas cepas son una amenaza muy real para nuestra gente y progreso”.
David Lauter contribuyó a este artículo.
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