Buscan solución al problema que enfrentan miles de usuarios del transporte público
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La distancia que separa la estación de trenes de Metrolink y la parada de Metro Green Line en Norwalk es de sólo 2.8 millas. Sin embargo, durante más de 20 años, ha sido una de las mayores brechas en el sistema de transporte público de la región.
Ahora, sin embargo, algunos líderes locales piensan que es el momento de rellenar el eslabón perdido. Quieren resucitar una propuesta de principios de la década de 1990 para extender las vías del tren ligero Green Line hacia el este de la estación de Metrolink de Norwalk-Santa Fe Springs.
Si la extensión es construida, dicen los funcionarios de transporte, sería un paso importante para hacer la conexión de las líneas de ferrocarril de la zona y sería mucho más fácil para los usuarios del transporte llegar a destinos en Orange County, Inland Empire y hacia el este del condado de Los Ángeles, incluyendo el Aeropuerto Internacional de Los Ángeles.
“Este es un proyecto que el sur de California necesita”, dijo el supervisor del condado de Orange Shawn Nelson, presidente del consejo de Metrolink, el ferrocarril de pasajeros que sirve a seis condados de la región, dijo. “Ha pasado mucho tiempo, pero finalmente estamos enfocados en conseguir esto”.
Durante los últimos meses, ha habido un renovado interés en la propuesta de parte del alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti; de la ciudad de Norwalk; de L.A. County Metropolitan Transportation Authority ; la Gateway Cities Council of Governments, con 27 ciudades miembro; y el Southern California Assn. of Governments, una agencia de planeamiento regional.
Todos, por lo menos, están dispuestos a estudiar la extensión, que podría ser a nivel de calle, subterráneo o elevado. Los costos y posibles rutas todavía tienen que ser determinados, aunque el precio pudiera ser superior al hasta ahora estimado de $241 millones de hace dos décadas.
El proyecto también podría calificar para su inclusión en una propuesta de votación prevista este año para renovar la medida R, el medio centavo por dólar de impuesto sobre las ventas que ha recaudado miles de millones en fondos para proyectos de transporte en todo el condado. La medida en la boleta incluiría una lista de propuestas para tránsito y autopistas elegibles para recibir ingresos de una renovada medida R.
La extensión de la Green Line está “agarrando suficiente tracción, como para que estemos dispuestos a gastar un par de millones de dólares para un estudio que pueda poner algunas alternativas sobre la mesa”, dijo Hasan Ihkrata, director ejecutivo de la Southern Assn. of Governments. “Este proyecto podría ser un beneficio para toda la región”.
La Green Line, que abrió en 1994, recorre 20 millas desde Redondo Beach hasta Aviation Boulevard cerca de LAX antes de dar vuelta hacia el este y usa la línea central de la autopista 105 para llegar a Norwalk. En el camino, se cruza con la Blue Line, la ruta del tren ligero de Metro que conecta Long Beach con el centro de Los Ángeles.
Pero las vías se acaban en el Freeway 605, 2.8 millas antes de la estación de Metrolink en 12650 Imperial Highway, que es servido por Amtrak y por la línea del condado de Orange Metrolink y la línea 91 al condado de Riverside.
Esta brecha ha creado un importante inconveniente para cualquiera que desee tomar el tren desde Orange County o Inland Empire a destinos en el oeste del condado de Los Ángeles. Lo mismo le sucede a las personas que quieren viajar en la dirección opuesta.
“Para ir de Fullerton a South Bay o LAX, simplemente no se puede hacer rápidamente, y no puedo llegar a la Blue Line ni aunque mi vida dependiera de ello”, expresó Jane Reifer, usuaria frecuente de tránsito y activista pro transporte en el condado de Orange. “Si usted se baja en la estación de Metrolink y tratar de llegar a la estación de la Green Line, puede tomarle una hora”.
Según el horario, el viaje dura de 15 a 25 minutos, pero los tiempos de viaje pueden ser considerablemente más largos debido a los tiempos de espera o si se le pasa el autobús.
Reifer llamó la extensión de la Green Line “una idea brillante”, que “abriría todo el sistema” y animaría a que hubiera más pasajeros de este sistema de tránsito. Ella estimó que el viaje entre las estaciones tomaría unos cuatro minutos en el tren ligero.
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